Albur

Entonces su mirada
se entrelazó con la mía,
sentí frío, confieso.
Algo extraño habitaba en mí.

No sé, si fue su ausencia
que me condujo al hastío,
sus pupilas imprentas
abordaban mi corazón coraza.

Al ver mi rostro enmudecido
se perdió en mi mirada
y lo salvó el llanto.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar