Sabores Añejos
Su
aroma a frutos frescos
me
hacía divagar en el antaño,
recordándome
la noche
en
que sus ojos se
encontraron
con los míos.
Como
olvidar su esencia,
si
su esencia emerge al alba
en
las heladas del viento.
Su
ausencia clama
entre
los olores;
mi
cuerpo le llama,
le
contempla, le espera...
Como
no evocar
el sabor dulce del anís,
las sonrisas entre cada copa,
el vino dulce y afrutado
en añejas reminiscencias.
Como
no traerle a mi cabeza,
si
su recuerdo lo conservo.
Aún, guardo celosamente
el corcho de aquel vino...
Sabor
a uvas frescas,
como te ansia
estas cuatro paredes,
las
colecciones de boleros
y este pobre servidor vuestro,
quien le besa en su recuerdo
y brinda a su merced.